EL RESPETABLE

AL-ALIMÓN - 18/8/2023

El mejor encierro, la ganadería más prestigiada. De primer espada Manolo, segundo Paco y como tercer espada el torero cuña, Rafael. Los tres matadores de la época y de muchas épocas más. La cuadrilla, ni se diga, la de Manolo está compuesta por “Curro Puyazo”, José “el Banderilla”, “El Güero”, “El Bigos” y “Joseito”.
No menos lo son, la cuadrilla de Paco, “El Conejo”, Chiquillo de Higuera”, “Chavalillo Cruz” y “El Tambor”, subalternos todos ellos de primera; incluso con el tercer espada, salen los de “la cuadrilla del valor” compuesta por “Salerito” y “Moralitos”.
En los chiqueros se encuentran ya en orden de aparición, “Voy de nuevo”, con 567 kilos, “Solecito” de 585 kl., “Colorao” de 610 kl, “Soy mejor” con 590 kl., “Soldado” de 600 kl., y “Amoroso” con 585 kl. Todos, unos auténticos cromos, de los 6, cinco son negros entrepelados y listón el último y el tercero, el único castaño, rebarbo, cariavacado, ojo de perdiz, lucero, botinero y coletero. Todos bien puestos de cornamenta, con trapío y edad de Toros.
La banda del maestro Porfirio ya anima con las notas de un paso doble que recorren el graderío, el juez de plaza, Don Artemio Irigoyen del Campo y su asesor el ex matador Eduardo Martínez “Martinin” a su lado.
En el callejón los mejores médicos de plaza, alguacilillos, monosabios, apoderados, ganadero, periodistas y ayudantes de los matadores con las espuertas listas ahí, capotes de brega, muletas de paño y otros de gabardina, espadas, esmeriles, para afilar la curva de la muerte, todo y todos listos, el toque de parches y metales suena, el reloj marca las cuatro se abre la puerta de cuadrillas, y… falta el público, la plaza está vacía.

El Puga, el Güito, el Callos con suijo (pa’que no tomen), el Güero Chato, todos dirigidos por mi Rober (¡verán que viejas!) porque nunca habían venido (¿hasta allá?).
Marilú Bribiesca como ya está haciendo comerciales, galán de buen nivel, Barrera y de cara al tendido (pa’que la vean), todo lo que se pueda.
El jurisconsulto, sombrero de copa casaca bastón… como en el 48 cuando solo los bien nacidos, etc., etc.
Desde la provincia, -te digo que si la vemos- si siempre se sienta onde mismo. A mi compadre le firmo sin ver. Por supuesto el Gober y su esposa (¡Que bien se ve todavía!).
La porra de aquí y de allá todos con aliento a tacos de la güera y con dos o tres farolazos (por si llueve).
Cirilo como cada domingo encorvado por un salario mínimo (no alcanza para nada), muchos hijos y ese elevador que aborrece hace 17 años (nomás q’ pase esta rachita). Aparece por el túnel recobrando la estatura original, la sonrisa de domingo al lanzar por los aires la medianía de todos los días ¿esos, esos! ¡los villamelones del radio, no le crean al cronista, está transmitiendo desde su casa!
No licenciado, Lomelín no atravesó al Toro, lo caló que no es lo mismo; hay licenciado, ¡júntese conmigo pa´que aprenda de Toros!
Los gringos, mecenas de la fiesta, que lloran en los “puyazos” y se van en el tercero, llegan como se van, sin pena ni gloria. 4 de la tarde y de mexicanos a británicos reclamando a la autoridad 17 segundo de retraso; para esta hora ya son uno; ese uno tan temido, tan querido, tan exigente, tan benévolo que da con ¡Ole! se anuncia para que los matadores “partan plaza”.
Los de radio en el oído, no despejan con pilas su ignorancia (¿Obispo y oro?) y los que le usan como referencia nunca aclaran su duda (¿Cuál es Manolo?).
Otros encuentran otra respuesta en su programa de mano, nombre de los toros peso, biografía del torero y otras cosas más que los demás no localizan.
No falta quien en contra de la opinión generalizada aboga por otro “puyazo”, mismo que cuando todo mundo aplaude desaprueba decepcionado de tanta falta de conocimiento taurino del auditorio, desaprobación que no dirige a nadie en particular, sino que comenta al aire como pensando en voz alta mientras el de a tras le lanza sonora trompetilla.
Indignados por tanto desórdenes en la lidia (¡hora mucha gente! ¡tapate tú…!) hacen todo tipo de ademanes los que sentados en los escalones “de barrera” no permiten el paso.
Encogido, dedo en la boca, el gordo dirige al torero como si le escuchara ¡eso, síguelo, dale terreno! ¡no! ¡lo ahogas carajo!
Los de general como ni ven chupan y se pelean, los de barrera un ojo a la lidia y otro al vecino o vecina.
Esa medusa distraída, de pronto pone toda su atención y no solo “acaba” sino “desaparece” al que pretendiendo torear a su modo (algunos bailando) no le da el espectáculo que busca.
Ese monstruo de las mil cabezas que reconoce y palmotea emocionado que se entrega delirante de euforia y premia sin rencor al que pitó hace un instante. Ese que termina la corrida deja de ser, uno para volver a ser miles q’vuelven a su pobreza y a su riqueza (y el señor cura a sus misas) ¡ese! es el que hace la fiesta.

Es el “Respetable”


Cuento escrito por: Alfredo Flórez y Alfredo Gómez 'AL-ALIMÒN'

 

 

...el reloj marca las cuatro se abre la puerta de cuadrillas...

El mejor encierro, la ganadería más prestigiada

...de los 6, cinco son negros entrepelados y listón el último.

y… falta el público, la plaza está vacía.

¡ese! es el que hace la fiesta. Es el 'Respetable'

Ese monstruo de las mil cabezas que reconoce y palmotea

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